“¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es el Señor, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.”
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Isaías 40:28
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“Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.”
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Efesios 4:6
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EL SEÑOR DEL UNIVERSO TIENE TODO EN SUS MANOS
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Cuando oyen noticias sobre catástrofes, algunas personas no entienden por qué Dios no impide tales acontecimientos. Creen que Dios existe, e incluso a veces lo llaman «el buen Dios». Pero, ¿lo conocen en realidad?
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¿Qué pensaría usted de un Dios que, a pesar de todos sus esfuerzos y su buena voluntad, no lograra hacer frente a todo al mismo tiempo, y tuviese que dejar de lado algunos casos? Este pensamiento muestra bien cómo razonamos. ¡En realidad nos hacemos un dios a nuestra propia imagen! Pero sólo el verdadero Dios, quien creó todo, puede revelar lo que él mismo es. Leamos nuevamente lo que dice por boca del profeta Isaías en el versículo del encabezamiento.
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Dios no está limitado por el tiempo, ni por el espacio, ni por la importancia de los acontecimientos. Es eterno, está en todo lugar y puede hacerlo todo. Él es quien controla y mantiene los movimientos de los astros y de las lejanas galaxias. Domina con la misma facilidad todo lo que tiene que ver con sus criaturas; incluso se ocupa de un pajarito (Mateo 6:26).
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Escucha la oración de toda persona que se dirige a él, en todo lugar y en cualquier instante. Y si permite acontecimientos que no entendemos, también puede dar una salida de forma milagrosa a todos los que se vuelven a él en medio de la desesperación. Nuestras mentes limitadas no pueden elevarse a la altura de ese Dios sin límites.
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Lectura: Daniel 9:1-19 - Lucas 1:1-25 - Salmo 79:8-13 - Proverbios 18:23-24