En el origen de toda acción, movimiento u asociación, encontramos muchas veces a un hombre, una personalidad. De igual manera cuando se refiere a movimientos de renuevo cristiano…
Cronológicamente, citamos por ejemplo a dos casos particularmente evidentes y bien conocidos de todos: El apóstol Pablo, quien comparte la Palabra de Dios con los no-judíos; y al sacerdote llamado Martín Lutero, quien empezó la reforma de la iglesia.
Movimientos cristianos de renuevo, es cierto más modestos, se encontraron sucesivamente a diferentes épocas, con muchas veces un hombre en su origen. Realmente, Dios desea que los hombres se levanten para servirlo, y muchas veces esa vocación se encuentra en la base de amplios movimientos de avivamiento.
De esta manera fue con Misión Cristiana.
Se refiere, en este caso, a un movimiento interdenominacional que podemos situar hacía 1963, como punto de inicio.
A esta época, en el sur de Italia, un joven de 17 años, Vincenzo Salvato, se convierte al Señor Jesús.
La iglesia local lo reconoció como teniendo un ministerio de evangelista, lo consagró a este ministerio y lo confió el trabajo de evangelización en las calles. Luego Vicente continuó sus estudios al Instituto Bíblico Evangélico de Roma (I.B.E).
En el 1968, se casó con una suiza y se fue en el 1969 a Suiza, en donde se consagró entre otras actividades a la evangelización en los movimientos de inmigrantes italianos.
Después de su consagración al pastoreado en Florencia, en junio del 1976, Vicente recibe del Señor la visión clara y precisa de un trabajo que tendrá que cumplir para el servicio del Maestro. El 8 de enero de 1977, en la base de esta visión, MISIÓN CRISTIANA nace.
Édouard Huguelet